El Fin del Camino - Fisterra

El origen de la peregrinación a FisterraPuesta de Sol en Cabo Fisterra

                 Seguro que tiene relación con las creencias de los pueblos celtas, quienes situaban el Más Allá en una isla de occidente, denominada Tierra de la juventud, donde el tiempo no pasaba y la felicidad era eterna. Por este motivo podemos deducir que nuestros antepasados sintieron la curiosidad por acercarse a estos lugares, fin de la Tierra conocida en aquel tiempo. Estas viejas creencias también tenían  relación con el viaje que a diario realizaba el Sol, de oriente hacia occidente, para desaparecer en las aguas del océano; creencias que pasaron a los romanos, siendo muchas de ellas transformadas por el cristianismo, que prohibió la celebración de ritos paganos.

                Con el descubrimiento del sepulcro de Santiago, la Iglesia procuró atraer hacia estos lugares las peregrinaciones medievales, desviando las viejas rutas de peregrinación y acabando con los cultos paganos.

                La peregrinación cristiana a Fisterra y Muxía está documentada desde el siglo XII, que es cuando se intensifican las peregrinaciones a Compostela, después de la exaltación que el Papa Alejandro III hace del jubileo compostelano, ofreciéndoles a los peregrinos indulgencia plenaria y revisión de sus pecados.

Peregrinos en el Fin del Camino

                El primer testimonio de la llegada de peregrinos a la zona de fisterrá data del año 1119, cuando el rey Alfonso VII, en un documento de donación hecho al monasterio de San Xiao de Moraime, hace referencia a los peregrinos que visitan la zona.

 

                Más tarde tenemos varios relatos de peregrinos que hicieron el Camino de Fisterra, bien dirigiéndose primero a la ermita de San Guillerme y Cristo de Fisterra o A Virxe da Barca de Muxía.

                Así, en el año 1466, llegó a Santiago el noble bohemio León de Rosmithal, acompañado de un séquito de unas cuarenta personas, y desde Compostela de trasladó a Fisterra.

                En 1484 otro noble, Nicolás de Popielovo, procedente de Silesia desde Compostela, se trasladó primero a Nosa Señora da Barca de Muxía, y después a Fisterra.

                En 1581 el caballero checo Erich Lassota de Steblovo llegó en un galeón hasta Muxía y desde allí se trasladó a pié a Fisterra, siguiendo el camino costero.

                Además de los testimonios de estos ilustres peregrinos, hay documentos que hacen referencia al Camino Francés  que pasaba por ciertos lugares de la zona, o la existencia de diversos hospitales que daban acogida a los peregrinos que hacían esta ruta.

         El nombre de Hospital de Logoso (Dumbría) procede, seguramente de la existencia allí de uno  de estos centros de acogida. También había de peregrinos en Cee, Corcubión, Fisterra y Muxía.


 

                Los peregrinos hacían el camino en dos o tres días. Salían de Santiago hacia Fisterra por la puerta del Santo Peregrino o de la Trinidad, próxima al Hospital Real (Hostal de los Reyes Católicos), que  conduce a la calle de las Huertas. Después de atravesar el río Sarela, pasaban por Vidán, Roxos, Aguapesada y Ponte Maceira, donde se atraviesa el río Tambre; seguían por Negreira, A Pena, Vilaserío, Maroñas y Ponte Olveira, donde se cruza el Xallas, y llegaban a Hospital. Allí, el camino se bifurca: uno sigue hacia Fisterra por San Pedro Mártir, Cee, Corcubión y Sardiñeiro, y otro hacia Muxía por Dumbria, Trasufe, Vilastose, Ozón y Moraime.

                También había un camino por la costa que unía las villas de Muxía y Fisterrra, que pasaba por Morquintián, Frixe, Lires, Castrexe, Denle y Duio.
Fotos Variadas del Camino entre Santiago y Muxía

    En la ruta entre Santiago y Fisterra-Muxía  podemos ofrecerles varios alojamientos Rurales:

Casa a lado del Río Sarela | Casa a 3k de la Catedral de Santiago | Piso de Lujo en Cee - Fisterra | Casa de Madera en Leis-Muxía

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