La Cerámica de Buño

La antigüedad de Buño como pueblo alfarero resulta difícil de demostrar, pero sus orígenes bien se podrían remontar hasta la Prehistoria, época a la que pertenecen los restos de cerámica más antiguos encontrados en la comarca. Con la romanización se introduce el torno, que va a suponer un cambio muy importante en la creación de las piezas. Pero será en la Edad Moderna cuando la actividad alfarera de Buño comience a tomar impulso. Los alfareros de esta villa bergantiñana fueron los encargados de hacer los caños para la primera traída de agua que se instaló en la ciudad de La Coruña en el siglo XVI.

En los siglos siguientes, esta actividad fue en aumento, lo que llevó al crecimiento del núcleo urbano. En el Catastro del Marqués de la Ensenada, elaborado a mediados del siglo XVIII, figuraban en Buño 63 talleres, en los que trabajaban un total de 77 alfareros. Durante el siglo XIX, los alfareros constituían el grupo social más numeroso de la parroquia de Buño. Hacia 1920, había en este pueblo unos 50 alfareros.

A partir de los años sesenta, esta actividad sufrió una profunda crisis debido a la competencia de productos industriales que sustituían la función de las piezas artesanas. El temor de que esta crisis supusiera la desaparición de una actividad tan antigua y arraigada en la villa motivó la creación de asociaciones de alfareros que lucharon para mantener viva esta tradición, como el “Gremio Sindical Artesano de Alfareros de Buño” (1969) y, diez años más tarde, la “Asociación Fumeiro”, impulsora de la organización de la Mostra de Alfarería.

Con la construcción de la Casa do Oleiro, la implicación de las instituciones en la organización de la Mostra y la incorporación de gente nueva a esta actividad, Buño afronta un futuro con esperanza de mantener una tradición que ha sido la razón de ser de esta pequeña villa. Actualmente, durante la Mostra de Alfarería se realiza una cocedura tradicional en el Forno do Forte, un conjunto etnográfico adquirido por la Diputación de A Coruña y convertido en un interesante ecomuseo.

La ruta que proponemos para conocer la cerámica de Buño consiste en realizar un recorrido por esta villa alfarera, visitando varios lugares relacionados con la elaboración de esta artesanía. Comenzaremos la ruta en el Centro Comarcal para ver la exposición permanente que explica todo el proceso de la elaboración de esta cerámica popular. Aquí también hay una interesante exposición de piezas hechas por varios alfareros. A continuación, nos acercamos al Forno do Forte, un conjunto etnográfico en el que podemos contemplar varias viviendas de alfareros y jornaleros, un horno tradicional y otras dependencias complementarias. Estaría bien incluir en este recorrido la visita a un taller de un alfarero en activo y, por último, acercarnos a una de las tiendas de venta de cerámica en la que podemos apreciar piezas hechas por distintos alfareros.

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